Hoy retomo el camino, la inquietud y el esfuerzo de escribir...
Amenazo, vuelvo a escribir en éste, mi blog, como una Reina Tuerta en un mundo de ciegos.

lunes, 19 de marzo de 2012

Mi anónimo

He recibido en la entrada anterior el comentario de un anónimo que me gustaría compartir con vosotros. Dice así:
"No me busques, ya no vivo allí... Animado por tu ejemplo, y queriendo romper definitivamente con mi pasado, dejé de ser un "llorón"... Me dejé talar, morí... Y renací a una vida de felicidad infinita, ahora formo parte de tantas y tantas cosas buenas... Estoy en el centro de un polo al que un niño ansioso da el primer chupetón, conmigo los niños hacen construcciones de mil palillitos en los que me he convertido, soy una cruz, que, vestida convenientemente, es el alma de una cometa que vuela como tú, estoy en la caseta de tu perra, en el revestimiento de tu casa, tu furgoneta, en el suelo que beso cuando tú lo pisas...
Gracias, Marian, yo también aprendí de ti...... y cambié...... a mejor."
(Tu anónimo)

domingo, 18 de marzo de 2012

Siempre nos quedará Paris (2ª y última parte)

El árbol que tú olvidaste
siempre se acuerda de ti,
y le pregunta a la noche
si serás o no feliz.
El arroyo me ha contado
que el árbol suele decir:
quien se aleja junta quejas
en vez de quedarse aquí.
Al que se va por el mundo
suele sucederle así.
Que el corazón va con uno
y uno tiene que sufrir,
y el árbol que tú olvidaste
siempre se acuerda de ti.

"El árbol que tú olvidaste", Atahualpa Yupanqui
Pdta: Lo hice. Casualmente había una silla colocada a su lado, la que sale en la foto. Debe de ser que tiene mucho trabajo. No me extraña, el tío es muy bueno en lo suyo. A mí ya me ha dado el alta, así que dejé la silla en su sitio para el próximo que se anime. Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado. Ánimo.