Hoy retomo el camino, la inquietud y el esfuerzo de escribir...
Amenazo, vuelvo a escribir en éste, mi blog, como una Reina Tuerta en un mundo de ciegos.

sábado, 30 de octubre de 2010

Dejadme la esperanza

Hoy, que se cumplen 100 años del nacimiento de Miguel Hernández, quería hacerle mi particular homenaje recordando uno de mis poemas más queridos. Cada año lo leemos en clase y cada año le encuentro un significado más.

CANCIÓN ÚLTIMA

Pintada, no vacía:
pintada está mi casa
del color de las grandes
pasiones y desgracias.

Regresará del llanto
adonde fue llevada
con su desierta mesa
con su ruidosa cama.

Florecerán los besos
sobre las almohadas.
Y en torno de los cuerpos
elevará la sábana
su intensa enredadera
nocturna, perfumada.

El odio se amortigua
detrás de la ventana.

Será la garra suave.

Dejadme la esperanza.


miércoles, 27 de octubre de 2010

Things I never told you

    Anoche volví a ver esta película y quería compartir con vosotros este último y tan bello fotograma. Los que no la habéis visto, no temáis, aunque conozcáis las últimas palabras de uno de los protagonistas, creedme que no os desvelo nada. 
    Os invito a verla o, en el mejor de los casos, a volver a disfrutarla. Ya me contaréis.

"En el hospital me dieron la bala colgada de una cadena. Y yo se la regalé a Steve, que se enamoró locamente de una de las policías que le detuvieron y, para variar, yo tenía razón. Se olvidó por completo de su mujer.
Mi madre despertó después de tres años de permanecer en coma cuando mi padre le contó lo que había pasado; al parecer eso le impresionó más que lo de los cascos azules.
Una enfermera muy rara me dijo que Ann había preguntado por mí. No hubo manera de encontrarla…Se había esfumado.
Otro hombre andaba buscándola. Se ve que aquel tipo había venido desde Praga únicamente para verla. Me dio pena porque la mujer de la que hablaba no se parecía en nada a la Ann que yo había conocido. Y sé que es muy difícil dejar de querer a alguien a quien apenas has conocido.
Ahora viajo por toda el país vendiendo edificios para oficinas así no tengo que preocuparme por si la gente será feliz o no en ellos. Ya sé que no lo harán.                            
A veces me parece reconocer a Ann en alguna calle. Aunque, si volviera a encontrarla, deberíamos empezar de nuevo, claro. Me hubiera gustado…hay muchas cosas que me hubiera gustado decirle. Las cosas que no se dicen suelen ser las más importantes pero, ¿acaso no es siempre así? Me gustaría encontrarla para decírselo.
Todo puede pasar ¿no?"
   

Don Henderson, personaje de Things I never told you, Cosas que Nunca te Dije, de Isabel Coixet, 1995.



lunes, 25 de octubre de 2010

¡Hoy cumple mi niña un añito más!

...Hoy cumple mi niña un añito más. Así empezaba la mañana de ayer, cantando antes de salir de la cama. Le cantaba a Lola, que apenas despierta, me miraba con esos ojos de asombro y con sus dos orejas de punta. Aquello imagino que lo debió interpretar como algo bueno que seguramente el día le depararía. Y estaba en lo cierto. Ayer disfrutó de todo aquello que le hace feliz, a saber, un poquito de sol, algo de campo para correr, una tapita de jamón y, sobre todo, buena compañía. Y ahora que lo pienso, es lo mismo que me hace feliz a mí, o a todos. Y es que ayer Lola, mi Lolita, cumplía 2 años, acontecimiento más que suficiente para irnos a Aracena a pasar el día (y a comer buen jamón). Y no es casualidad que durante el día de ayer tatareara esta canción, porque ella es la que me cantaba mi padre cuando era pequeña en cada cumpleaños. Recuerdo cómo llegaba a casa y sorprendía a mi padre  poniéndome en el todadiscos que teníamos el disco de Perlita de Huelva. A él le encantaba cantarmela, tatarearmela en bajito y ésta se quedó secretamente como la banda sonora de tantos cumpleaños de pequeña y de no tan pequeña. Y ayer, como en todos estos últimos días, todo lo que me recuerda a mi padre, que es tanto, está más presente que nunca. Vivimos un tiempo extraño, diferente, en el que se mezclan constantemente la esperanza, la impotencia, el amor y la angustia de la distancia. Por ello ayer era un día para celebrar, porque al fin comprendo que la vida está hecha para ser celebrada en su plenitud, tanto en las pequeñas cosas como en las grandes.
Por eso y por mucho más, Feliz Cumpleaños, Lola.