Hoy retomo el camino, la inquietud y el esfuerzo de escribir...
Amenazo, vuelvo a escribir en éste, mi blog, como una Reina Tuerta en un mundo de ciegos.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Hard Rock Café en Minneapolis

   Hard Rock Cafe in downtown Minneapolis is closing

The Hard Rock Cafe in downtown Minneapolis is closing Sept. 30.

The Hard Rock Cafe in downtown Minneapolis is closing Sept. 30.


 Así lo anunciaban ya los periódicos de Minneapolis y St. Paul, el Hard Rock Café cerraba a final de septiembre. Pero mis compañeros y yo tuvimos, entre otras, la suerte de conocerlo, aunque fuera en sus últimos días.
Nos hemos traído muy buenos recuerdos de nuestra estancia en Minnesota, pero aquel almuerzo y creo que en eso estaremos los tres de acuerdo, fue el mejor. El local estaba prácticamente vacío y comparado con otros locales del Hard Rock Café no era especialmente espectacular. Y os lo digo con cierto criterío, ya que soy fans de estos locales y siempre que hay uno en una ciudad nueva que visito, allá que voy a conocerlo. Pero esta vez sin duda lo que me cautivó fue su personal. Nos atendieron dos camareros simpatiquísimos y para que nos sintiéramos más cómodos "sacaron" de la cocina al cocinero que era hispano.





Estuvieron hablando con nosotros y gastándonos bromas. Nos colmaron de detalles hasta el punto de que Steisy, una camarera encantadora, americana por los cuatro costados, nos obsequió con unos regalitos de la tienda, la cual previamente habíamos "saqueado", ya que por motivo del inminente cierre estaba todo al 50%. Y, claro, ninguno de los tres nos pudimos resistir (aunque alguno que yo me sé se hizo un poco duro al principio,,jajaja)

En general, tengo que decir que la gente allí es muy amable y que allá donde entrábamos nos trataban con mucha amabilidad y siempre se esforzaban por entendernos y hacerse entender, que no siempre era fácil (por aquello del mito de la patata en la boca, que a veces casi que lo parecía).
Así que aunque esa guitarra ya no esté colgada  y haya dejado paso y espacio a un gran casino, estoy segura que cuando mis amigos y yo cerremos los ojos y recordemos Minneapolis, la veremos allí y sentiremos el mismo cosquilleo que cuando la vimos y saltamos debajo de ella como tres adolescentes.

Yolanda, Fernando y yo con el cocinero.

Fernando y yo con Steisy.


1 comentario:

  1. Estoy deacuerdo contigo, Maripini, y es que habiamos conocido gente amable, pero como aquella ninguna. Cuanto siento que se haya cerrado este local en el que comenzamos nuestras aventuras!!!

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