Hoy retomo el camino, la inquietud y el esfuerzo de escribir...
Amenazo, vuelvo a escribir en éste, mi blog, como una Reina Tuerta en un mundo de ciegos.

sábado, 30 de octubre de 2010

Dejadme la esperanza

Hoy, que se cumplen 100 años del nacimiento de Miguel Hernández, quería hacerle mi particular homenaje recordando uno de mis poemas más queridos. Cada año lo leemos en clase y cada año le encuentro un significado más.

CANCIÓN ÚLTIMA

Pintada, no vacía:
pintada está mi casa
del color de las grandes
pasiones y desgracias.

Regresará del llanto
adonde fue llevada
con su desierta mesa
con su ruidosa cama.

Florecerán los besos
sobre las almohadas.
Y en torno de los cuerpos
elevará la sábana
su intensa enredadera
nocturna, perfumada.

El odio se amortigua
detrás de la ventana.

Será la garra suave.

Dejadme la esperanza.


4 comentarios:

  1. Es dificil diferenciar el poema de la canción para nuestra generación que nacimos con el disco de Serrat.
    La esperanza nos hace no tirar la toalla como tú y yo hemos hecho en el último mes. Viva la Vida.

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  2. Desde la poesia chilena de un famoso autor nacido en 1904, he traido unos versos dedicados a "LA reina". Ya que tú eres esa reina, tuerta o no, te invito a que descubras en ellos lo importante, especial y única que eres. Al fin y al cabo todos hacemos uso de un solo ojo, bien por las veces en que nuestras miradas no han sido correspondidas, por querer haber pasado por alto cosas que no nos gustaban, o bien por desear tener delante y ver cosas o personas que ya no podemos...



    La reina
    Yo te he nombrado reina.
    Hay más altas que tú, más altas.
    Hay más puras que tú, más puras.
    Hay más bellas que tú, hay más bellas.
    Pero tú eres la reina.
    Cuando vas por las calles
    nadie te reconoce.
    Nadie ve tu corona de cristal, nadie mira
    la alfombra de oro rojo
    que pisas donde pasas,
    la alfombra que no existe.

    Y cuando asomas
    suenan todos los ríos
    en mi cuerpo, sacuden
    el cielo las campanas,
    y un himno llena el mundo.

    Sólo tú y Yo,
    sólo tú y yo, amor mío,
    lo escuchamos.

    Pablo Neruda

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  3. Gracias por el poema, no lo conocía y desde ya lo he hecho mío.
    Y gracias por tus palabras, anónimo, aunque creo reconocerte.

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  4. Querer, querer, querer:
    ésa fue mi corona,
    ésa es.

    (Miguel Hernández)

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