Hoy retomo el camino, la inquietud y el esfuerzo de escribir...
Amenazo, vuelvo a escribir en éste, mi blog, como una Reina Tuerta en un mundo de ciegos.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Barcos de papel

Haciendo barcos de papel los años se fueron volando. Es increíble cómo el tiempo lo cambia todo, lo enreda todo. En estos días, sin buscarlo,  he encontrado un video que hice en 2005. Son sólo cinco años, pero ha llovido tanto, ha cambiado todo tanto. Me cuesta verlo y más hablar de él, pero siento que ya es tiempo de hablar de lo que nos duele. Como bien me recordaba mi hermano hace unos días, el dolor más cruel es el que no encuentra palabras para ser expresado. Y yo, aún hoy, no sé hablar de mi madre, de la ausencia de mi madre, del dolor que me produce.
Recuerdo que para este video elegí una canción y unos intérpretes que nos gustaban a las dos, bueno a los tres si contamos a mi padre, aunque los años y la fuerza de la costumbre me habían hecho verlos como uno solo. No sería hasta después que mi padre ganara la nitidez y la presencia que tiene hoy en mi vida. Y es que al lado suyo nunca nadie hubiese podido tener luz propia. Nadie puede deslumbrar al sol. No recuerdo bien por qué lo hice. Creo que fue uno de esos arrebatos, benditos arrebatos que me daban, de festejar, de celebrar la vida tan bonita que llevábamos. El mejor regalo que se le podía hacer a mi madre era, como ella decía, "un papelito". Un papelito en el que le dijéramos cuánto la queríamos. Así que yo decidí ponerle color y música. Agradecía tanto cada muestra de cariño por pequeña que fuera, era tan fácil hacerle féliz y yo disfrutaba tanto viéndola sonreir que hubiese sido una necia si no lo hubiese hecho más a menudo.
Es la primera vez que escribo sobre ella y casi la primera vez que la menciono. He querido hacerlo muchas veces, unas por fidelidad, otras por una culpabilidad mal entendida y muchas simplemente porque necesitaba hablarle, hablarle a mi madre. Pero no puedo, o no podía. De la misma manera que no puedo poner fotos suyas en mi casa ni verlas en las de otros.
Qué dificil es esto. Ahora al ver el video me doy cuenta de que ella , de que su amor, sí que eran mi ruta de navegación. Ella era la bandera de mi barco. Ella era mi gran amor. Y aún hoy no entiendo cómo el mundo no se paró, cómo todos los que la amábamos hemos podido seguir sin ella. Supongo que por aquello que dicen de que la vida te arrastra y de que el mundo no se para. Sin embargo el mío sí se paró, el mío cambió y mi vida es menos bonita desde entonces. Yo no soy la misma. Su ausencia me ha endurecido en muchos sentidos y no siempre me gusta en lo que me he convertido. Me gustaría tanto volver a recuperar esa pureza y esa inocencia con la que una caminaba por la vida creyendo que todo sería así para siempre, por el simple hecho de no poder imaginar que las cosas fueran distintas. Pero no, la vida cambió y sigue cambiando. Y lo peor es que nunca nos coge  preparados. Todo es pura improvisación. Igual es que de eso va la cosa. Después de todo va a tener razón mi amiga Mª Mar cuando me dice que esto de escribir en un blog es terapeútico y que hay que saber soltar lo que tanto nos pesa, lo que tanto nos duele. Pero creo que aún no me sale muy bien. Aprenderé, tendré que aprender, igual que aprendí a ser feliz de otro modo, a vivir de otro modo, a sentir de otro modo.
Ella siempre me faltará. Y es necesario tener el suficiente valor para reconocer que hay una parte de mí que siempre me faltará. Y cuando veo este video comprendo, de una manera en la que antes no hubiese podido, que hubo un tiempo en el que fui plenamente consciente de que vivía los mejores años de mi vida. Que gritaba a los cuatro vientos mi felicidad y que a mi madre la hacía partícipe, porque mi felicidad era también la suya. Que eramos felices pensando que nada podría hacer naufragar nuestros barcos de papel. Que en nuestra ingenuidad nos creíamos invencibles. Bendita igenuidad.
Y  también descubro que lo hice bien. Que la amé y ella se supo amada. Que la mimé cuanto pude y que tal vez ya sea tiempo de mimarme un poco a mí. No sé hacerlo, pero, como en todo, lo aprenderé.

" Haciendo barcos de papel
los años se fueron volando
y aunque ya todo naufragó
yo sigo siendo el capitán de mi barco." 
Antonio Martínez Ares 



10 comentarios:

  1. Tristeza, dolor y rabia por no poder tener a quien tanto amamos a nuestro lado, como en el ayer. Hay tantas cosas, tantas personas, tanta vida que perdemos mientras andamos, que a veces duele mucho echar la vista atrás y ver lo que fuimos y ya no volveremos a ser. El secreto estará en reinventarse, en disfrazar el dolor, en seguir "siempre avanti".

    ResponderEliminar
  2. Muda me has dejado. Gracias por transmitirme tanto tuyo, desde dentro. Qué bello ese sentimiento.
    Besitos.

    ResponderEliminar
  3. El otro día le comentaba a una persona muy importante para mí, la relevancia de la Odisea para los naufrágios vitales. ¿Qué tiene que ver? Todo.
    Tras Troya, diez años más de golpes, compañeros al Hades, heridas, engaños de los dioses... de rabiosa desesperación ante el posible olvido de Penélope y de todo lo familiar. Sin embargo, el viejo Ulises, que arrivó al final a Ítaca, antes de morir, ¿de qué experiencias echará mano para enseñar cosas útiles a Telémaco? De los naufragios, de las sirenas diabólicas, de las hostias que se repartió con el cíclope, de la vez que perdido en mitad del mar tuvo la certeza de que no regresaría... de las putadas que le endiñó Poseidón.
    Más que la meta, contó el camino. Contó lo vivido. Los barcos fueron de papel. El corazón era de oro.
    ¿Cuánto kilos pesa tu dolor? ;)
    Cabe sacar al alquimista personal que llevamos dentro, que hará que convirtamos ese dolor en eso mismo... en oro.

    ResponderEliminar
  4. Cada día tenemos que reinventarnos a las ausencias, pero también a las nuevas presencias. Cuando uno no tiene referentes eternos poco a poco va reduciendo el espacio temporal en el que programar sus afectos y tiene, tengo, tenemos, que vivir la vida a retazos. La velocidad media tiene que rendirse a la velocidad instantánea, porque todo es en definitiva un cúmulo de ratitos, como el que hoy he pasado con papá y un grupo de amigos. Me niego a rebovinar o al menos lo intento. Eres una verdadera Reina, para nada te permitiré que te degrades a náufraga, aunque sea de un barco de papel. Besos

    ResponderEliminar
  5. Sé que es duro y difícil escribir y hacer llegar lo que realmente se siente. Todos a lo largo de nuestra vida perdemos de manera física a algún ser querido o lo perderemos…dicen que es: “ley de vida”. …¿Qué se siente?, pues un dolor increíble y siempre la misma pregunta, la pregunta del por qué a ti.
    Con el paso de los años, y para mitigar esa ausencia, te quieres convencer de que es mejor que fallecieran sin dolor (aparentemente) en vez de verlos postrados en una cama como veo a diario a cientos de abuelos. Yo sufrí cuatro de esas pérdidas, una de ellas quizás la menos valorada debido a mi juventud pero no por ello menos dolorosa, mi hermano prefirió cumplir los 22 allí donde no te cantan cumpleaños feliz . No hace mucho y en poco tiempo las otras tres , mi sobrina, mi suegra y mi padre, éste se fue en una época en mi vida en la cual yo atravesaba uno de mis mejores momentos. Más sé que él no estaba físicamente, pero sí podía sentir como me sentía, como me encontraba, yo creo que eso mismo y por llamarlo de alguna manera le rebajó el pesar de irse con la pena y tristeza de verme como hasta hace poco me había visto. En más de una ocasión así lo he notado y he seguido sus consejos. Un día me enseñó el valor de ser honesto, además de un sinfín de cosas. Mi padre tenía una forma cariñosa de llamarme, a cada uno de nosotros nos llamaba de forma distinta, mi sonido era un silbido de un pájaro y muchos días aún le escucho, hoy en día mi mujer sabe que me encanta cuando los Mirlos empiezan su canto a las 6:00 de la mañana y me pregunto si será él. No sé si es verdad lo que dicen de que cuando se acaben nuestras vida terrenal podremos reunirnos con nuestros seres queridos….la verdad es que se liaría una buena y entonces con mi hermano retomaremos ese partido de fútbol entre el Betis y el Sevilla, a mi padre y por fin sí le podré ganar alguna partidas de dominó, con Carmen Mari echarnos unos mojitos con una peluca de color puesta , y a la Angelita pedirle que me guise unas ventrechas de atún .
    Hoy en día sé que ellos están en paz consigo mismo o es lo que deseamos creer. Siempre estaréis en nuestros pensamiento.

    ResponderEliminar
  6. Q grande eres mari pini¡¡¡¡ solo te puedo decir dos cosa, esta si es la actitud, la de recordar algo q tan feliz te ha echo tantos años y la segunda cosa es q tqm¡¡¡¡

    ResponderEliminar
  7. Muchas gracias por las palabras de cada uno de vosotros. Me preguntaban el otro día si realmente me valía de algo pasar este "mal trago". Y os confieso que sí, que de mucho.
    He necesitado ver escrito ciertas cosas para creermelas y para pasar página en cierto sentido.
    Mi intención no ha sido "machacarme" ni quedarme instalada en el pasado, pero sé por experiencia que los ciclos hay que cerrarlos y que no debo temer a mis sentimientos, sean los que sean.
    Y en cuanto a lo de reinventarme, ya lo hago cada día, como todos, aunque lo de convertir mi experiencia en oro aún no me sale muy bien. Pero os vuelvo a prometer que lo aprenderé.
    Gracias por vuestro apoyo y por hacerme sentir tan bien.

    ResponderEliminar
  8. Enhorabuena guapa...te agrego en mi blog con tu permiso!!

    ResponderEliminar
  9. No importa que no cuelgues mis comentarios. Siento lo de tu madre, no tenía ni idea, pero era una mujer MUY GRANDE. Lo siento, de verdad

    ResponderEliminar
  10. Aún sigo emocionada después de leerlo y ver el video.... eres una reina valiente.

    ResponderEliminar